Para los que navegamos la web, mas de una vez, nos hemos encontrado con estas molestas “pantallitas”, con letras cursivas y/o letras unidas y revueltas (se llaman CAPTCHA); de las cuales el único objetivo es validar y decirle al website en el que se navega “soy humano, no un robot (o virus)”. Cuantas veces nos habremos visto en la encrucijada de “pelear” con nuestro cerebro y preguntarnos “es una i o una L” o “es una O o un cero?”, personalmente he fallado mas de alguna vez al leer el revoltijo que me ponen enfrente.
El origen de CAPTCHA esta en la Universidad Carnegie Mellon, creado en el 2000. El nombre es la abreviatura de prueba de Turing pública y automática para diferenciar maquinas de humanos (CAPTCHA por sus siglas en ingles). Los sitios web necesitan CAPTCHAs para protegerse contra los bots de spam y otros tipos bajos fondos informáticos.
“Cualquiera puede escribir un programa para inscribir millones de cuentas, y la idea era evitar eso”, dijo uno de sus creadores.
“Es una carrera armamentista entre los propietarios de sitios y los spammers; donde los usuarios pierden”, dijo un investigador de Microsoft Research que ha desarrollado un CAPTCHA llamado Asirra donde el, ingeniosamente, utiliza imágenes de perros y gatos en lugar de palabras.